Este año, como en tantos anteriores, los/as militantes de la F.C. Sur de Villlaverde han acudido a la manifestación del Día de la Mujer Trabajadora en Madrid.
Bajo la consigna “8 Marzo. Aún queda mucho por hacer. CNT” un nutrido grupo de militantes participaron en la manifestación que transcurrió desde la Plaza de Jacinto Benavente a Atocha y en la que el sindicato aprovecho la ocasión para repartir centenares de octavillas en las que se analizaba y denunciaba las consecuencias de esta Reforma Laboral en el colectivo femenino, que no viene más que agudizar las actuales desigualdades que se siguen produciendo en el mundo del trabajo, en el que las mujeres trabajadoras además de cargar con la condiciones colectivas de explotación, vulnerabilidad y explotación que padecemos todos/as los/as trabajadores/as, arrastran aún la discriminación de género que sigue estando latente y se manifiesta en las desigualdades salariales, el acceso al mercado laboral, el acoso y la presión por el derecho a la maternidad, la economía sumergida en sectores que son prácticamente territorio exclusivo del colectivo femenino, etc.
Hoy día con la nueva reforma laboral recién decretada, las mujeres afrontan un claro retroceso en las luchas que han ganado en el pasado. En vez de cerrar la brecha laboral, se va a ampliar (cuanto más inestable sea el empleo, más despidos van a haber en el colectivo femenino por estimarlo menos “entregado” a la empresa) y en vez de dedicar más horas a la vida y la familia, las horas extraordinarias ahora permitidas van a ir en detrimento a la reconciliación familiar, para citar sólo dos ejemplos.
Esta reforma solo nos recuerda que el otro lado siempre está al acecho y en cuanto dejemos de lucha, toma posición para sacar más beneficio de nuestro trabajo. La mejor forma, por no decir la única, de defendernos, y no sólo de defendernos sino de ponernos en la ofensiva, es sindicarnos, las mujeres junto con los hombres, sin líderes, sin dineritos del estado, sin burocracia. En la CNT.
