El mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones, un día como hoy, fue proclamado por un pueblo airado, rompiendo con toda pirámide, con toda jerarquía, con todo tipo de poder.
La utopía estuvo a un palmo delante de nosotros en el tiempo y en el espacio. Ellxs fueron el ejemplo de una idea, de la Idea, eterna e inmutable que, a tiempo presente, no se extingue.
El verano corto de la anarquía no tiene nada que ver con los veranos que vivimos 81 años después: la Revolución Social está viva, como siempre, pero con más calor en estos meses estivales; los veranos se nos hacen largos, sí, pero el recuerdo y estas ganas de llorar avivan la llama. No parece estar tan a la lejanía.
La CNT-FAI se vistió un día de la piel del león de Nemea. El pueblo se convirtió en el Heracles que, desnudo, combatió a rey de los carnívoros con nada más que sus brazos y sus ideas, siempre marginadxs, siempre pobres, siempre orgullosxs, siempre iguales.
Sí, hace calor; sin embargo, a pesar de tantas pérdidas y de haber perdido batallas, no podemos decir que no ganamos allá por el no tan lejano 19 de julio de 1936 y que, revestidos de la piel de los poderosos, sudamos y luchamos a día de hoy por todos aquellos que nos demostraron que todavía hay un lugar para la justicia, la igualdad y la idea.
¡Salud y Libertad!