En la noche del 23 de junio, en la aldea de Helence, en las afueras de Kobane (Kurdistán oeste, Siria), drones del ejército turco lanzaron misiles contra una vivienda civil en la que se habían reunido varias mujeres. Como consecuencia de ese ataque murieron Zehra Berkel, miembro de la Coordinación de Kongra Star de la Región del Éufrates, la madre Emîna Weys y nuestra camarada Bedîea Mele Xelîl.
Estas tres mujeres luchaban codo con codo con otras miles de camaradas kurdas, árabes, asirias, circasianas, yazidies, del noreste de Siria, para lograr vivir en una sociedad democrática, libre, igualitaria y sin patriarcado.
Al mismo tiempo, en Besre, en la región de Deir-ez-zor, al este de Siria, se ha llevado a cabo un brutal ataque a la Casa de las Mujeres (Mala Jin), donde las mujeres median en conflictos familiares, de violencia de género y dan apoyo a compañeras en situaciones vulnerables.
Los crímenes de guerra del Estado fascista turco contra el avance de la libertad de las mujeres se han intensificado.
La revolución iniciada en 2012, basada en la democracia radical, la ecología social y la liberación de las mujeres ha seguido avanzando a pesar de las presiones y ataques de las diversas fuerzas hegemónicas que intervienen en la región y el inmenso dolor de ver morir a más de 12.000 de sus compañeros y compañeras en la lucha contra Estado Islámico a lo largo de 5 años. Las mujeres del noreste de Siria están llevando a cabo una resistencia sin igual contra las fuerzas de ocupación del Estado turco y sus aliados yihadistas.
Todos los aliados del Estado turco son también responsables de estos ataques. La Coalición Internacional y el Estado ruso son responsables de la masacre de nuestras camaradas. Les exigimos responsabilidades y decimos claro que estos salvajes ataques del Estado turco deben cesar y que los Estados y las instituciones internaciones no deben ser cómplices del feminicidio y genocidio del pueblo kurdo.
Los ataques militares contra la sociedad civil son crímenes de guerra. Apuntar a las mujeres que organizan su sociedad y que tienen un rol en política es un crimen contra el futuro de las mujeres.
Por ello, hacemos un llamamiento a las mujeres y a las organizaciones de mujeres de todo el mundo para que adopten una postura clara contra estos ataques y se solidaricen con la resistencia de las mujeres de Rojava. Además, llamamos al pueblo kurdo y a todos sus aliados a intensificar incesantemente la resistencia y a tomar medidas contra el fascismo y la traición.
El Estado fascista turco es un asesino de mujeres. El objetivo del fascismo turco y del carnicero Erdogan es la masacre de las mujeres que se organizan para crear una sociedad igualitaria.
Una vez más condenamos estos ataques bárbaros. Prometemos a nuestras compañeras Zehra, Bedîea y Madre Emîne que resistiremos en todas partes donde la mentalidad fascista y misógina se manifieste. Este ataque refuerza nuestro compromiso de buscar la libertad, y cada caída en la lucha ilumina nuestro camino y nuestra organización. Garantizaremos la libertad de las mujeres y de todos los pueblos con Zehra, Bedîea y Madre Emîne como nuestra vanguardia.
¡Resistencia es vida!
¡Viva la resistencia de las mujeres que se organizan, luchan y buscan la libertad!
¡Alto a la ocupación y la masacre!
Women Defend Rojava Madrid