SESIÓN 5. 13 DE AGOSTO 2020
El jueves 13 de agosto celebramos la quinta sesión del ciclo sobre “Racismo estructural y sistémico”. En esa ocasión, tuvimos la suerte de contar con la participación de Zenib Laari Inoune y Aurora Ali. En estas líneas nos aproximaremos a lo que fue parte del contenido del encuentro, pero no dudéis en saborear los matices viendo el vídeo si tenéis tiempo. La grabación está a vuestra disposición aquí.
Zenib se presentó como docente en educación antirracista, mientras que Aurora destacó su participación como voluntaria en la Asociación Musulmana por los Derechos Humanos. Sin duda, ambas nos ofrecieron una hora y pico de constante aprendizaje, complementada con varias referencias para profundizar en las cuestiones que iban abordando, las cuales trataremos de recoger también en esta breve reseña.
La perpetuación del racismo se apoya en numerosos soportes más o menos visibles. Uno de ellos es la inacción devenida de negar el racismo, como si al no reconocerlo dejase de tener lugar y -de alguna u otra manera- nos exculpase. “No pasa nada por hablar las cosas, no pasa nada por debatir” -nos recordaban Aurora y Zenib. Hemos crecido y vivimos en sociedades racistas y asumirlo será el primer paso para estar pendiente de su manifestación y, así, poder trabajar sobre ello (tanto “dentro” como “fuera” de nosotras). Esto pasará por -entre otras cosas- revisar una Historia que en el caso del Estado español se empeña en negar la vinculación con lo islámico o dibujarlo como un lapsus resuelto por la denominada “reconquista”, construyendo así un relato ficticio que -en palabras de Kwame Anthony Appiah en su obra “Las mentiras que nos unen” (2019)- teje una supuesta línea continua que va “desde Platón a la OTAN”. También pasará por observar críticamente cómo ciertas narrativas hegemónicas tienen un profundo interés geopolítico en su empeño por “extranjerizar al enemigo”. Sin embargo, todo a veces es más sencillo y complejo a la vez, a la “hora de la verdad”, el Poder y el apoyo entre poderosos trasciende toda lógica racista (véase al Emérito en Emiratos…).
Dicha perpetuación se sostiene también por la narrativa ofrecida en los centros escolares (curriculum, libros de texto, racismos invisibilizados o explicitados a través de ciertas prácticas docentes y burocráticas…). Hablamos, por ejemplo, sobre cómo en algunos libros de texto se inventan un inexistente sexto pilar del islam basado en “matar infieles”; y cómo en 2018 se aprobó un Módulo en 4º de ESO sobre Terrorismo en España, en lugar de clases sobre DDHH y antirracismo -¡por ejemplo!-, repleto de mitos y señalamientos hacia las y los musulmanes como potenciales sospechosos; así como también charlamos acerca de la negación del acceso a la educación (art.27.1. Constitución Española de 1978) mediante prácticas como negar el acceso a centros escolares a jóvenes con hiyab, … Otros dos aspectos que centraron la atención durante un amplio margen de la charla-diálogo con Zenib y Aurora fue su denuncia del “feminacionalismo”, por un lado, y de los protocolos de “prevención de la radicalización” que están en marcha en España y la UE (también en EEUU, Canadá…). Dos puntos que, sin duda, tienen conexión dentro de una lógica errónea de “choque de civilizaciones” que tanto interesa a algunos, como decíamos.
El caso del “feminacionalismo”, así como el del “homonacionalismo”, se refiere a esa tendencia discursiva que tiende a señalar a las y los musulmanes como personas que ponen en riesgo las conquistas feministas y LGBTIQ+ en los territorios que llamamos Occidente. Es decir, por una parte se niegan las voces reaccionarias presentes en los estados europeos -en nuestro caso- y solo se critican las “voces musulmanas” que cuestionan las conquistas mencionadas, sin reconocer un complejo e intenso debate entre las poblaciones árabes y musulmanas; tratando, además, de imponer un descontextualizado criterio eurocéntrico a la cuestión y -como dijimos- extranjerizando el problema, ¡como si “aquí” el patriarcado y la homofobia fueran asuntos resueltos…! Un caso de estudio es el de ciertas personas que en nombre del Feminismo (así, con mayúsculas) niega el hiyab, o el caso del discurso de Vox que, por un lado, niega la violencia de género y, a la vez, señala a los hombres musulmanes como exclusivos culpables de violaciones y violencias contra las mujeres. Podéis profundizar en la crítica a esta perspectiva mediante los trabajos de Éric Fassin al respecto, por ejemplo.
El asunto de la “radicalización” es también un tema sangrante. A pesar del auge de la extrema derecha en el contexto europeo y mundial, parece que la única “radicalización” que parece preocupar es la de las y los musulmanes. Para ello, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, junto a numerosos Think tanks (centros de estudios que respaldan una posición determinada mediante investigaciones) -Real Instituto ElCano en España; Radicalisation Awareness Network a nivel de la UE- y algunas ONGs, gastan sus esfuerzos en asesorar en la creación de protocolos para identificar a potenciales personas radicalizables y, por tanto, terroristas en potencia. Así nació el “Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta (PEN-LCRV)” en 2015, que solo pone dos ejemplos de situaciones conflictivas en toda su presentación: el cierre de un cementerio musulmán y el traslado de una mezquita del centro de la ciudad a la periferia. También ha emergido El PRODERAE, plan de los Mossos en la Generalitat que actúa en centros escolares, entre otros espacios (también prisiones…), y cuyas sesiones formativas (de policías a profesorado) quedaron reflejadas en este artículo de La Directa (juzguen ustedes mismas los criterios de identificación propuestos…); y en Madrid el protocolo que desarrollan desde ARRMI (Agencia de Reinserción y Reeducación del Menor Infractor), señalando a adolescentes pertenecientes al sistema de protección como posibles personas radicalizadas, radicalizables, terroristas… Por no hablar de la aplicación para teléfonos móviles -que no vamos a publicitar- destinada a denunciar anónimamente a tus vecinos y vecinas como sospechosos de radicalización y donde, por ejemplo, las denuncias sobre agresiones neonazis parecen no tener cabida, como relataban Aurora y Zenib mediante un caso real. Una recomendación para profundizar en la temática es el libro “La radicalización del racismo. Islamofobia de Estado y prevención antiterrorista”, de Ainhoa Nadia Douhaibi y Salma Amazian, puesto a disposición gratuita por parte de la editorial Cambalache aquí.
Aurora y Zenib concluyeron con dos mensajes. Uno de ellos orientado hacia los colectivos antirracistas y centrado en la petición de que no se reduzca la lucha contra la islamofobia a una cuestión religiosa, ya que -como hemos podido ver- va mucho más allá y se imbrica totalmente con la una lucha antirracista más amplia. El segundo apunte, muy relacionado con el anterior: tratar de visibilizar la heterogeneidad del discurso antirracista y no homogeneizarlo ni monopolizarlo. Y, de regalo, esta canción del rapero Lowkey : “Terrorist?”.
Seguiremos de cerca el trabajo de ambas, Zenib y Aurora, como fuente de aprendizaje valiosísimo. De momento, desde aquí les volvemos a dar las gracias por haber participado en este ciclo que tanto nos está aportando a las y los compas de CNT-Comarcal Sur, ¡y esperamos que a bastante gente más!
Para ver la sesión 5 en nuestro canal de youtube pulsa aquí.
CNT Comarcal Sur Madrid