Miles de militantes llegados de todos los puntos del Estado se dieron cita esta mañana en el madrileño barrio de Vallecas para denunicar la política de recortes de derechos laborales y sociales que, a un ritmo frenético está imponiendo el gobierno del PSOE; unos recortes que están desmontando los últimos pilares de un estado del bienestar ya de por sí bastante raquítico e incapaz de satisfacer las necesidades humanas más básicas.
Al acabar la manifestación en el parque Azorín, se dió paso al mitin en el que intervinieron, Pablo Agustin, secretario de Acción Sindical del Secretariado Permanente, Luis Fuentes, ex-Secretario General y Antonio Baena, secretario de Acción sindical de la Regional Andaluza.
Entre otros temas como el de la crisis, el apoyo al movimiento del 15-M, o la necesidad de ampliar la contestación en las empresas, uno de los más denunciados fue el de la reforma de la negociación colectiva, que a juicio de la CNT, y pese a la escenificación de ruptura, sus protagonistas ya habían pactado anteriormente en un 90%. Ahora el texto será aprobado por Decreto del Gobierno y, de gual manera, hará patente que la reforma no será equilibrada y modificará la estructura de la negociación colectiva para favorecer los intereses empresariales, facilitará el descuelgue salarial y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, ampliará la desregulación y la flexibilidad laboral en las empresas, se perderán derechos consolidados en los convenios, se crearán nuevos modelos de contratos basura para los jóvenes y se darán a las Mutuas Patronales competencias en las enfermedades comunes y se ampliará el control y la presión contra los trabajadores que enfermen.
En suma, y bajo el paraguas de la reforma de la negociación colectiva, se va a llevar a cabo una Reforma Laboral mucho más profunda y lesiva para los intereses de los trabajadores que la realizada en 2010 y se unirá así al vergonzoso ASE (Acuerdo Social y Económico) firmado en Febrero por los sindicatos CCOO, UGT la Patronal y el Gobierno, y donde se contemplaba el recorte de las pensiones.
Frente a esto, los trabajadores y trabajadoras organizadas en la CNT, se han rebelado y han decidido romper de una vez con las dinámicas del miedo, el desánimo, la división y el sálvese quien pueda, para empezar para salir a la calle a decir basta, como ya están haciendo miles de trabajadores y trabajadoras en otras partes del mundo.
Ese proceso de movilización, para tener una capacidad real de enfrentar el ataque contra la clase trabajadora, tendrá que construirse desde distintas organizaciones y movimientos sociales desde el rechazo al Pacto Social y una perspectiva anticapitalista. CNT ha realizado un llamamiento para empezar a trabajar en ese sentido.
El 4 de junio es sólo un primer paso, en el que se ha animado a participar a los trabajadores y trabajadoras de toda condición, que compartan esta necesidad de organizarse y luchar.
Secretaría de prensa y Comunicación – CNT