La crisis del COVID-19 ha agravado las ya precarias condiciones laborales de la clase obrera. Más de cuatro millones de trabajadores se encuentran afectados por Ertes
con las consecuencias que conllevan, a pesar de la fuerte apuesta del gobierno y los
sindicatos del sistema como medida menos mala. Los elevados índices de temporalidad y precariedad implican salarios reducidos; esto implica que muchos trabajadores no estén llegando a cobrar el salario mínimo con la aplicación de las prestaciones del 70% de la base de cotización y se reducirá a un 50% a partir del tercer mes.
Otra consecuencia de las políticas de desprotección hacia los trabajadores es que el total de demandantes de empleo alcanzó a casi cuatro millones de trabajadores y trabajadoras en abril.
Siendo los servicios el sostén económico de la economía estatal, en donde el 80% de los empleos pertenecen al sector, las consecuencias están siendo terribles hacia las trabajadoras y trabajadores. Millones de trabajadores bajo la economía sumergida y otras tantas horas extras que no se pagan, hacen que muchos empresarios hagan su agosto esclavizando a trabajadoras y trabajadores.
En esta crisis hay sectores de la clase obrera que no entran en los datos oficiales. Los trabajadores migrantes que trabajan en hostelería, en el campo y en el servicio doméstico. Lo que debería de ser una obligación por parte de un gobierno que se define pro-
gresista es regularizar a todos los trabajadores y trabajadoras sin papeles y legislar a favor de que se cumpla el estatuto de los trabajadores con los Riders, obligando a Glovo, Deliveroo y Uber eats a reconocerles como trabajadores, y frenando de esta manera la uberización del modelo laboral.
En los próximos meses veremos ataques muy virulentos hacia la clase trabajadora, ¿quién nos dice que si ahora se han concedido Ertes a empresas con beneficios millonarios no las podrán abrir las puertas a EREs?
Y es que de un gobierno que está permitiendo colas kilométricas de familias sin comida podemos esperar bien poco. Se autodenominan como el gobierno de los servicios sociales mientras que permitan que la clase obrera pase hambre, y con la ayuda de la organización barrial que ha sido fundamental para poder atender las necesidades del pueblo trabajador.
Vienen tiempos duros y desde el sindicalismo de clase y combativo llamamos a la organización de los trabajadores, porque somos nosotros los que sacamos la eco-
nomía, no la clase empresarial, los bancos y el estado. Debemos no solo organizarnos, sino también tomar con fuerza las calles exigiendo dignidad, y en las empresas para que no se cometan abusos y frenar Eres fraudulentos. Si hay algo que nos está enseñando esta crisis es que vamos a tener que estar bien informados y organiza-
dos para poder defendernos.
Esta es una lucha en la que hay que ir a por todas porque sólo así podremos defendernos de abusos patronales, sino reivindicando nuestras condiciones frente a
quienes negocian bajo el paraguas del diálogo social con empresarios y gobierno, pactando para llevarnos bien entre todos y evitando cualquier atisbo de lucha obrera verdaderamente reivindicativa. No negociando con quienes siempre tratan de barrer hacia su tejado evitando cualquier derecho fundamental para los trabajado-
res y trabajadoras. Luchando por la jornada de 30 horas, las jubilaciones a los 60 y la regularización de los migrantes. Reivindicaciones justas y que dignifican las condiciones de la clase obrera. No nos valen medias tintas, lo queremos todo y lo que-
remos ya. Y seguiremos persiguiendo las políticas antiobreras y señalando vuestras
mentiras como la derogación de la reforma laboral que le va a venir tan bien a los empresarios para aplicarla en la crisis actual.
Llamamos a la organización a los trabajadores y trabajadoras porque solamente así lograremos revertir los ataques a nuestra clase y defendernos.
¡Porque sin la clase obrera no se mueve el mundo, organizados somos más fuertes!
Bloque Combativo de Clase:
AST, CSC, CNT (Comarcal Sur, Sierra Norte) Plataforma Sindical EMT, Sindicato de Hostelería de Madrid, SAS, Solidaridad Obrera, SUSH