Primer tanto
Hoy venimos a contaros cómo nos apuntamos el primer tanto. Desde que comunicamos la sección sindical a la empresa hemos ido realizando nuestra labor en silencio pero concienzudamente. Es un trabajo de hormiguitas el nuestro: cada día salir a recoger alguna hoja caída o una pepita de girasol. Hay que tener especial cuidado en no caer en los hoyos, ni perderse entre el césped. Hoy nos fue bien, hoy le arrancamos un mechón al león.
De manera paralela a la formación de la sección, la delegada sindical demandó a la empresa por un cambio de horas injustificado. Las razones de la reducción -ya sabemos cómo suelen proceder- simplemente no eran relevantes y no aparecieron en ningún momento en ningún lugar. Nos guste o no, para la empresa somos folios archivados por orden alfabético y esas hojas no merecen, para la empresa, una justificación, ni una explicación, ni nada cercano a la dignidad. Merecemos, piensa la empresa, un trato de subordinación callado y obediente.
Pero, no lo previó la empresa, no todo el mundo traga con lo que le echen. Por eso nuestra delegada, el mismo día que comenzó la jornada nueva, es decir, al día siguiente, se acercó a un abogado e interpuso una demanda. Tras esperar unos meses llegó la citación del juzgado y el juicio se celebró el 13 de julio.
En estos juicios hay un tiempo previo en el que las partes negocian. Ese día se negoció, se negoció mucho más de lo que era necesario. Llegó un punto en el que por cincuenta euros (sí, por cincuenta euros) tuvieron que llamar y preguntar si había conciliación -es la palabra del gremio- o se iba a juicio.
Hubo conciliación y la empresa aceptó que la modificación de jornada era injustificada, devolvió a nuestra compañera su horario y pagó por daños y perjuicios la parte de los salarios que se dejaron de percibir en ese tiempo. También prometieron no cambiar la jornada más adelante, buen ambiente de trabajo y, muy importante, colocar tablones sindicales en las tiendas. Ya sabemos que las palabras se las lleva el viento, pero estas las llevaremos a cada centro de trabajo que tenga la empresa.
Segundo tanto
Estamos en noviembre y de los tablones sindicales nada se sabe, lo esperábamos. También esperábamos que nos buscasen las cosquillas. Y lo han intentado. En septiembre avisaron a la delegada, Laura, que iba a tener un día con horario partido a la semana. Esta vez hemos pasado de mero folio archivado sin importancia a quiste a extirpar.
La empresa sigue creyendo que puede hacer y deshacer a su antojo, la sección sabe que no. Por ello con un texto simple y claro se les explicó que como quisieran, podían insistir con el día de horario partido y abrir un conflicto con el sindicato, o podían rectificar. Han rectificado. De lunes a viernes el horario sigue siendo de mañana y la empresa empieza a entender que hay cosas que puede y cosas que no puede hacer. Por ahora, esas cosas que no puede hacer tienen el límite que la ley dice, cuando la plantilla quiera tendrá el límite que ella elija.
Sección Sindical CNT Tiger
Federación Comarcal Sur