COMPAÑERAS, cada 8 de marzo celebramos la alianza entre mujeres para defender nuestros derechos. Nos precede una larga lista de activistas, sindicalistas y mujeres organizadas y en lucha que consiguieron grandes victorias para todas. Sin embargo, sabemos que aún queda mucho por hacer y nosotras seguimos luchando.
Desde el pasado 8 de marzo, han ocurrido muchas cosas, entre ellas y la más grave ha sido la pandemia, el COVID 19, que ha contagiado a más de 3 millones de personas en nuestro País, con 67 mil personas muertas.
Todos estos datos fatales de mortalidad y de incidencia han hecho que la vida para la clase trabajadora sea aún más difícil, si cabe, y en especial como siempre para las mujeres que somos las más perjudicadas en los momentos difíciles.
En el momento actual hay 899.383 trabajadores y trabajadoras en ERTES. El paro ha llegado a 4.008.789 personas, de las que más de la mitad son mujeres, exactamente 2.304.779 mujeres.
A todo esto hay que añadir que durante este año horrible de 2020, las mujeres víctimas de violencia de género, durante el confinamiento han tenido que vivir las 24 horas del día con su maltratador, llegando a 43 mujeres asesinadas por violencia machista, en ese negro año. Si su situación siempre ha sido difícil, podemos imaginarnos lo que han sido esos meses sin poder contactar con nadie y teniendo a su verdugo al lado de ellas.
Aprovechamos este día para recordar a esas mujeres migrantes, que no puede conseguir sus papeles para poder tener un trabajo reconocido con derechos, y que siguen en la misma situación durante años, denunciamos la Ley de Extranjería, que es racismo institucional.
Exigimos el cierre inmediato de los CIES. NINGUNA PERSONA ES ILEGAL.
Recordamos a las mujeres que en sus países sufren mutilación genital, a las mujeres que no pueden decidir sobre su cuerpo, con embarazos de mujeres víctimas o no de violaciones y que pierden la vida en abortos clandestinos o en partos sin cuidados médicos, pues no se les permite abortar y mucho menos de un modo libre, seguro ni gratuito.
Siguen los feminicidios en México, Colombia, Honduras,… y denunciamos que países como el nuestro que se llaman “desarrollados” se desentienden de nuestra responsabilidad.
Queremos denunciar la situación de explotación y exclavitud de todas las mujeres del mundo que trabajan en situación de precariedad .
Venimos a hablar de todas las mujeres que sufren acoso sexual. Exigimos leyes que contemplen todas las formas de violencia contra las mujeres, exigimos formación obligatoria en perspectiva de género/feminista para todos los estamentos y en todas y cada una de las administraciones.
Hablamos del colectivo de lesbianas, bisexuales, trans, que están sufriendo ataques lesbitransfóbicos en las calles por parte de fascistas, ataques que quedan sin castigo. ¿Para cuándo una verdadera Ley de Igualdad y ley trans que no las margine, sino que se las considere en su total derecho, sin distinción y que potencie que puedan llevar su vida como deseen?
Tenemos que seguir luchando para que se nos vea, se nos escuche, se nos considere en las mismas condiciones que a los hombres, somos capaces y lo hemos demostrado en muchas ocasiones que podemos ser científicas, médicas, arquitectas, conductoras, limpiadoras, futbolistas…, que realizamos nuestro trabajo igual que el compañero que tenemos al lado y, sin embargo, en muchas ocasiones no cobramos el mismo salario, ni nos dan las mismas oportunidades para promocionar.
Luchamos por una educación emancipadora para todas las personas, que no invisibilice a las mujeres ni a los débiles, una educación en valores, donde la coeducación y la educación afectivo sexual forme personas para un mundo de iguales en derechos y de respeto, sin estereotipos de género, ni dogmas misóginos, una educación pública, laica y feminista, libre de conceptos heteropatriarcales, para que desde la infancia se formen personas en igualdad.
Con la situación actual, otras mujeres olvidadas que han sufrido más y peor la pandemia son las mujeres psiquiatrizadas, su tasa de acceso al empleo no llega al 30% y la práctica de apoyo asistencial las condena al ámbito doméstico. También las mujeres con diversidad funcional (más de 800.000) que sólo tienen 25% de tasa de empleo y con pensiones 20% menores. A ambas les ha afectado más el paro y en el trabajo sus puestos no están debidamente adecuados. Sufren los prejuicios que las relegan por encima que al resto de mujeres a los trabajos de cuidados y de tareas domésticas.
Nosotras queremos un día como hoy más que nunca estar con ellas.
Exigimos las pensiones que nos hemos ganado, que el tiempo dedicado a tareas de cuidado de hijos o personas dependientes, las tareas realizadas en el campo, que sean reconocidas como trabajo. No queremos pensiones de miseria que nos obliguen a sufrir pobreza en la vejez.
Luchamos por la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que regula el trabajo doméstico.
Que nuestras hijas puedan salir solas, cuándo , dónde y cómo quieran sin tener miedo y sin peligros de ser violadas o matadas.
COMPAÑERAS, HOY MAS QUE NUNCA TENEMOS QUE ALZAR NUESTRAS VOCES CONTRA TODO LO QUE NOS ATA, LO QUE NOS HACE INFERIORES, LO QUE NOS MALTRATA, NOS ACOSA, Y SALIR FUERTES Y JUNTAS PARA PELEAR POR NUESTROS DERECHOS, EN LA UNION DE TODAS LAS MUJERES TRABAJADORAS ESTA NUESTRA FUERZA.
¡ VIVA EL 8 DE MARZO¡ ¡VIVA EL FEMINISMO DE CLASE Y COMBATIVO¡